El departamento de Medio Ambiente del Ayto. de Errenteria ratifica el acuerdo de 2009. Señalan que la zona alberga el último reducto importante de roble de Gipuzkoa y de Bizkaia
El Departamento de
Medio Ambiente y Montes del Ayuntamiento de Errenteria quiere trasladar al conjunto
de la ciudadanía de la villa «la plena vigencia del acuerdo municipal que de
forma unánime se tomó en noviembre de 2009, mediante el cual el consistorio
aprobó promover la declaración de la
Zona de Reserva de Añarbe con una extensión de 910 hectáreas . Si
además tenemos en cuenta los elevados niveles de artificialización del
territorio del Este de Gipuzkoa, esta demanda cobra todavía más sentido».
Los responsables de
Medio Ambiente han señalado que «conviene recordar que los bosques de Añarbe
son de propiedad municipal desde tiempos inmemoriales, así como el hecho de que
albergan el último reducto importante de roble de Gipuzkoa y Bizkaia, también
los valores ecológicos más importantes del Parque Natural de Aiako Harria se
concentran en esta área protegida en la Red Natura 2000. Es por ello difícil de aceptar
que haya quien pretenda situar sus aficiones sobre el interés del conjunto de
la ciudadanía y del Medio Ambiente».
Disponibilidad
al diálogo
Tanto el actual equipo
de gobierno municipal, como también los anteriores, «han demostrado su
permanente disponibilidad al diálogo con otras instituciones así como con
algunas entidades que se pueden sentir afectadas o beneficiadas. Pero nadie
debe confundir esta disposición y entenderla como una renuncia a lo que ha
constituido la referencia de la postura municipal desde 2006, que no es otra
que priorizar un estado de conservación favorable de la flora y fauna salvajes
y de los hábitats naturales sobre el resto de usos, sobre todo en la Red Natura 2000».
Reserva
biológica
Por último, el
Departamento de Medio Ambiente y Montes del Ayuntamiento dice que «queremos
indicar que, recalcando nuestra voluntad de consenso, el tamaño propuesto por
el Ayuntamiento para la Zona
de Reserva de Añarbe no es grande, sino que puede resultar escaso para una
reserva biológica, pero estando insertada en la realidad forestal y territorial
resultante, se ajusta a los límites de los bosques naturales existentes de haya
y roble en suelos municipales de Errenteria».