jueves, 28 de mayo de 2020

"Cayetana Álvarez de Toledo y Peralta-Ramos, la herencia de un saqueo" (Raúl Solís)

Cayetana Álvarez de Toledo y Peralta-Ramos, marquesa de Casa Fuerte, la señora que ha acusado a Pablo Iglesias, en sede parlamentaria, de ser hijo de un terrorista y que tendrá que pagar una buena indemnización por calumnia, es hija de la oligarquía argentina, aunque con orígenes castellanos, heredera de los que invadieron y saquearon América Latina, motivo por el que su estirpe concentra en la actualidad millones de latifundios de tierra y de las ganaderías de vacuno en el país argentino.

Nacida en España en 1974 por pura casualidad, hija de padre francés y madre argentina, pertenece a lo que en Argentina se llama “familia patricia”, los colonizadores españoles que llegaron y arrasaron con todo e impusieron sus leyes y sus privilegios en el siglo XVI. Frente a los “negros de mierda”, en Argentina están los patricios: la oligarquía de toda la vida que acumula las producciones de soja y las explotaciones de vacuno, las dos grandes potencias económicas y exportadoras del país del tango.
Ahora andan rabiando los dueños de la soja, los patricios, porque el presidente Alberto Fernández planea poner un impuesto para poder financiar el gasto social de un país rico que, sin embargo, tiene a un 50% de su población en la pobreza por la insolidaridad de una clase parasitaria que cierra carreteras y bloquea el país si se le suben los tributos para financiar las necesidades de la patria.
Para conocer a Cayetana Álvarez de Toledo y Peralta-Ramos, hay que conocer cómo se las gasta la oligarquía argentina, el profundo clasismo que desprende y el odio con el que tratan a sus súbditos, que viven a cuatro cuadras de sus enormes mansiones con medidas de seguridad y vigilancia privada.
La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, ahora vicepresidenta, le puso un salario a las empleadas de hogar, valorando así el trabajo doméstico hecho históricamente por las mujeres, y el eslogan que los ricos gritaban en las calles era que por culpa de Cristina no tenían ya criada en casa. Pagaban tan poco a niñas semianalfabetas de las villas miseria que el subsidio del Estado supuso un bloqueo a la explotación laboral.
Odio a los pobres
También es oportuno recordar para saber cómo se las gasta la oligarquía argentina, educada en el odio al “negro de mierda”, que, cuando murió Evita Perón profanaron su tumba y se llevaron el cadáver fuera del país porque no podían soportar que los pobres tuvieran un símbolo de poder popular, un lugar donde peregrinar y la herencia de que la justicia social era posible.
Odian tanto al peronismo popular que durante los años de la dictadura militar estuvo prohibido siquiera decir el nombre del general Juan Domingo Perón o de Eva María Duarte, popularmente conocida como Evita Perón, creadores de la clase media argentina, de la sanidad, educación, universidades, paga extra, jornada de ocho horas, el voto femenino, planes de viviendas, de la industrialización del país y hasta crearon residencias de verano para que los pobres pudieran ir a la playa en como lo hacían los ricos.
“Mírenlos de tú a tú”, venía a decir Evita, convertida en un mito de las clases populares y el recuerdo más nítido de que es posible gobernar a favor de la gente sencilla,  porque un país es más rico y próspero cuanto más gente es incluida dentro del sistema.

Colegio exclusivo

Cayetana Álvarez de Toledo y Peralta-Ramos, criada en el colegio más exclusivo de Buenos Aires, en el Northlands School, bilingüe, carísimo, donde también estudió la mismísima Máxima de Holanda, la reina argentina de los Países Bajos que en Argentina es conocida como 'La Holandesa'. El gran drama de Cayetana es no ha pisado suelo real en su vida. Por eso siempre habla como si no fuera a encontrar respuesta.
Mientras Argentina se moría de hambre por las medidas neoliberales impulsadas por las familias patricias del país, la ahora diputada del PP estudiaba Historia tan ricamente en Londres, en la Universidad de Oxford, con las élites económicas del mundo, sin “negros de mierda” que tanto le molestan y ensucian las calles de Buenos Aires.
Cayetana Álvarez de Toledo pertenece a la clase social de los fachos que dieron todos los golpes de Estado, en América Latina y en España, los que hicieron desaparecer a miles de militantes de la justicia social tirándolos por los aviones en medio del mar de la Plata, los que robaron hijos y nietos a las mujeres pobres que todavía se concentran en la Plaza de Mayo de la capital bonarense para reclamarlos, los que han puesto de rodillas varias veces a Argentina y escupen al paso de un “negro de mierda”.
España
Cayetana Álvarez de Toledo y Peralta-Ramos, que llegó a España justo cuando su país se moría de hambre por las medidas económicas neoliberales que ella defiende en el Congreso de los Diputados, representa el odio de los ricos cuando ven amenazados sus privilegios. La ideología de Cayetana Álvarez de Toledo y Peralta-Ramos es el odio a los pobres y la persecución contra quienes defienden la justicia social y poner firme a la oligarquía parasitaria.
Por eso profanaron la tumba de Evita, han intentado meter presa a Cristina Fernández de Kirchner y tienen tanta ira contra Pablo Iglesias. Son parásitos, todo lo que tienen es herencia de un saqueo. Se irritan porque los “negros de mierda” les están disputando sus privilegios. En España, en Argentina y en el mundo entero.

miércoles, 27 de mayo de 2020

En Errenteria hemos realizado un esfuerzo colectivo que merece ser reconocido.

En el pleno de la corporación municipal celebrado este pasado martes se decidió por unanimidad dejar desierto el reconocimiento que tradicionalmente se realiza a personas o colectivos en el marco de las fiestas de Madalenas. Aún así desde ElkarrekinPodemos-IU queremos reconocer y en cierta medida homenajear y poner en valor el esfuerzo colectivo que hemos realizado la ciudadanía de Errenteria. 



EL COVID-19 ha alterado nuestra realidad y la alterará las siguientes semanas y meses, incluso a algo tan nuestro, tan sentido como las Madalenas que están a la vuelta de la esquina. Esta realidad nos lleva a no poder celebrarlas como nos gustaría, en la calle, en los actos con la familia y amistades, condicionará los reencuentros, las actividades y los actos de reconocimiento. Anualmente homenajeamos y reconocemos  el trabajo y trayectoria de una persona o colectivo que construye COMUNIDAD. Este año no podíamos dispensarle tal trato al no poder llevar a cabo los actos habituales donde son protagonistas. Esto  hacía que la labor y trayectoria de esa persona o colectivo no se visualizase, ni reconociese como debiere, o como en años anteriores a otras personas o colectivos, incluso sería injusto ese trato no igualitario por la circunstancia de la crisis. Nos tenemos que reconocer, homenajear, abrazar y sentir el calor de ese reconocimiento mutuo como lo merece y nos merecemos.

Desde Elkarrekin Podemos-IU entendemos que esta crisis del COVID-19  ha alterado nuestra realidad del día a día. Ha aflorado muchas situaciones no deseables y necesidades de este modelo de  sociedad. En Errenteria estamos afrontado esas necesidades y situaciones. La mayoría de la ciudadanía de Errenteria ha dado un ejemplo de que cuidarse es cuidarnos, protegerse es protegernos, ayudar es ayudarnos. Un nosotros/nosotras, una comunidad, un pueblo. todos y todas estamos siendo solidarios y corresponsables con ello y entendemos que este es  el camino para afrontar esta crisis y los estragos que deje.

Desde ElkarrekinPodemos-IU con nuestro voto el pasado martes queríamos reconocer el esfuerzo colectivo de nuestra COMUNIDAD y poner en valor:

- El trabajo de las personas voluntarias y colectivos sociales que se han incorporado a la red público-comunitaria de cuidados.

- A todas las personas profesionales de servicios esenciales (sanitarios/as, personal de limpieza, plantilla de la administración,  guardias municipales, protección civil,trabajadoras de las residencias de mayores …)

- A todas y cada una de las personas que han ayudado a sus vecinos y vecinas de entorno cercano, especialmente con las personas más vulnerables y sensibles en esta crisis que ha sido y es la gente mayor.

- A nuestro comercio de cercanía, ese comercio, tienda, negocio local, a su personal que en esta crisis han  realizado un esfuerzo enorme para cubrir nuestras necesidades básicas; es ahora, más que nunca, cuando  es necesario mostrarles nuestro apoyo para afrontar esta nueva fase de la crisis, y poder seguir llenando de vida las calles de Errenteria.

  Es por todo ello, que desde ElkarrekinPodemos-IU queremos agradecer públicamente a todos y a todas ellas y cada uno de nuestros vecinos y vecinas, por cuidarnos y protegernos en esta crisis. Saldremos juntos y juntas de esta situación. Más fuertes como Comunidad. 


martes, 26 de mayo de 2020

La iniciativa Orain Ardura-Ahora Responsabilidad ha reclama "el abandono de las obras y proyectos" del Tren de Alta Velocidad (TAV)

La iniciativa Orain Ardura-Ahora Responsabilidad ha reclamado "el abandono de las obras y proyectos" del Tren de Alta Velocidad (TAV) y destinar el dinero ahorrado a la mejora de las actuales vías ferroviarias, así como a la sanidad los servicios sociales, las pensiones y a las personas sin ingresos.

Miembros de esta plataforma han dado a conocer un manifiesto con sus reivindicaciones, a las que ya se han adherido decenas de grupos sociales, asociaciones ecologistas como Eguzki, sindicatos como ELA, LAB y EHNE, entre otros colectivos.
Además de las citadas demandas, el texto dado a conocer hoy solicita que los recursos previstos para el TAV sean invertidos también en acciones de soberanía alimentaria, la transición ecológica, la investigación, el euskera, la educación, la cultura, el apoyo a los autónomos, los pequeños comercios y la hostelería, entre otros ámbitos.
"Pedimos que toda la inversión económica para el TAV sea destinada a cuestiones de urgencia y prioritarias y a un sistema de salud público con personal y recursos suficientes", recalca el escrito que también solicita "respaldo" para "las personas de los sectores gravemente dañados por la crisis del COVID-19".
Los firmantes alaban además el "ejemplar comportamiento de la sociedad" ante las "difíciles circunstancias" vividas durante la pandemia, "tras duras semanas de sufrimiento", en las que "miles de nuestros familiares han muerto en absoluta soledad, nuestro personal hospitalario se ha dejado la piel en condiciones laborales pésimas" y los trabajadores de las residencias de mayores "han hecho lo imposible para poder cuidarlas".
"La sociedad está actuando con gran responsabilidad durante esta grave crisis y es quien nos marca el rumbo a seguir. Por eso, ante el futuro incierto que nos espera, pedimos a las instituciones que estén a la altura de las circunstancias y no cometan los errores del pasado", precisa el manifiesto, que alude en este punto a los servicios sociales y de salud que fueron "recortados" tras la crisis de 2008, que "dio al traste con la economía especulativa del ladrillo".
El manifiesto precisa en este sentido que España "se coloca a la cabeza mundial en kilómetros de tren de alta velocidad por millón de habitantes, muy por delante de países catalogados como desarrollados y poderosos económicamente como Japón, Alemania, Francia y EE. UU. y, a pesar de ello, se sitúa en el último lugar en cuanto a su utilización, con el ratio más bajo de pasajeros".
En cuanto a Euskadi y Navarra, el manifiesto sostiene que si se construyesen todos los tramos del TAV anunciados, se "doblaría" el ratio español de kilómetros por millón de habitantes.

lunes, 25 de mayo de 2020

Pilar Garrido (diputada de ElkarrekinPodemos por Gipuzkoa): "Gobernar desde la izquierda es surfear contradicciones todos los días"

Aspira a dirigir la formación morada en Euskadi con un mensaje de unidad interna centrado en la posibilidad de un cambio progresista en el País Vasco «tejiendo alianzas en la sociedad con un proyecto económico alternativo al de la derecha vasca». Esta vecina del barrio de Gros, nacida hace 54 años en Badajoz y profesora de Derecho Constitucional de la UPV, siente que «gobernar desde la izquierda es surfear contradicciones todos los días».

¿Por qué se presenta a las primarias en Podemos Euskadi?
–Es más necesario que nunca fortalecer el proyecto político de Podemos Euskadi para salir de esta crisis en clave de más solidaridad y más justicia social. En este sentido es importante fortalecer la organización de Podemos Euskadi. Me planteo que seamos capaces de construir un movimiento popular enraizado en el territorio, en Euskadi. Eso significa que tanto los cargos públicos como los orgánicos tenemos que colaborar con la sociedad civil y los agentes sociales para ir tejiendo esas alianzas y esas acciones conjuntas. Se trata de conformar ese bloque que es la única manera de que se den las condiciones políticas y sociales de un proyecto alternativo. Ese trabajo hay que acelerarlo. Y eso encaja con nuestra apuesta por un tripartito de izquierda junto a EH Bildu y el PSE, que es la única manera de plantear ese proyecto socioeconómico alternativo a la derecha vasca, que pasa por poner en el centro la vida de las personas y el cuidado de las mismas y del planeta.

¿Pero usted cree que ese tripartito de izquierda es realmente viable?
–¿Cuándo hubiéramos pensado que EH Bildu hubiera llegado un acuerdo con el PSOE y con Unidas Podemos para derogar la reforma laboral? Ver esta firma es significativo.
Pero luego el Partido Socialista ha rectificado...
–No ha rectificado, el PSOE o EH Bildu podrán decir lo que quieran pero el fondo del asunto es el que es. Además, ese compromiso está en el acuerdo de gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos. Hay cambios que nos indican que esa mayoría de izquierda en Euskadi puede ser viable.
Que usted pueda no tener rival en estas primarias, ¿resta pluralidad a Podemos Euskadi?
–Las primarias en Podemos Euskadi están pensadas para que haya pluralidad, nuestra candidatura va a ser muy plural, intentaremos que haya gente significativa y estamos trabajando mucho el acompañamiento y tejiendo alianzas para que nos acompañen en este proyecto.
¿Va a integrar a personas de la sensibilidad política de Lander Martínez?
–Yo no tengo ningún problema, más allá de que los dirigentes más representativos han dicho ya que no van a disputar la dirección.
¿Es usted la candidata de Pablo Iglesias?
–No hablaría en esos términos. Es evidente que busco la confianza de la militancia, he construido mi vida política al lado de Pablo Iglesias y me identifico de lleno con su proyecto. Pero, aunque Pablo apuesta fuerte por Euskadi, quiero dejar claro que no soy su candidata en Euskadi.
¿Qué nota le pondría al trabajo de Lander Martínez al frente de Podemos Euskadi en la última etapa?
–Lander ha hecho un gran trabajo parlamentario pero quizá, y es un problema general, ha puesto poco énfasis en la organización. Somos un partido muy joven y hay que ponerle mucho empeño en construir esa organización. Y nosotras y nosotros tenemos un proyecto más impugnatorio, no tanto en una subalternidad que a veces asomaba en el proyecto de Lander. Es mucho más difícil, pero el cambio y la transformación social pasan por lo primero.
Si hubiera estado en su mano, ¿hubiera negociado los Presupuestos con Urkullu?
–El debate no era tanto si negociar o no, sino qué negociar. Siempre hay que acordar, y en Madrid lo hemos hecho, pero se le arrancaron pocas cosas al PNV. Al PNV, por ejemplo, hay que torcerle el brazo para cambiar el modelo fiscal. Si no, no va a haber modelo alternativo. Sin eso, el proyecto quedaba muy cojo.
¿Se sintieron engañados por el lehendakari cuando convocó elecciones?
–Me importa poco apuntar si fue un engaño. Fue un error.
La magia de las sorprendentes victorias de Podemos en las elecciones generales de 2015 y 2016 en el País Vasco se ha evaporado... ¿Siente nostalgia o algo más?
–Nostalgia sí, pero soy consciente que esa ilusión se va mermando. Pero lo cambio por lo que hemos hecho estos seis años. Cuando desde la izquierda se aspira a ser un partido de gobierno hay que surfear contradicciones todos los días. Pero yo prefiero esta situación. Y así conseguimos, por ejemplo, derogar la reforma laboral o implantar el Ingreso Mínimo Vital. Es lo que tiene pasar de nacer hace cinco años a estar sentados ya en el Gobierno.
Del 'asalto a los cielos' a pisar tierra...
–Cierto, pero me quedo con esto. Compensa aunque en lo personal se puede sufrir y también cuesta. Pero nuestra gente lo entiende. Ser una fuerza de gobierno era nuestro objetivo y hemos conseguido en muy poco tiempo cambiar bastantes cosas.
Dice un antiguo compañero suyo, Iñigo Errejón, que al final son una Izquierda Unida fuerte. Y que él no fundó Podemos para eso...
–No estoy de acuerdo. IU es una fuerza política con su propia trayectoria. Nosotros aspiramos a cambiar las cosas y a mejorar la vida de la gente. Y somos los que hemos conseguido el primer gobierno de coalición en el Estado español desde la Segunda República.
¿Gobernar en España les genera problemas en Euskadi?
–Sé que se van a dar contradicciones pero, hasta ahora, como vasca, la verdad es que no las he sentido. Cuando se den las hablaremos de tú a tú con la dirección estatal o con el Gobierno.
El PNV ha empezado a criticar a las ministerios de Unidas Podemos por su afán centralizador...
–Es el típico juego retórico del PNV, que solo subsiste desde el imaginario de que Madrid ataca a Euskadi. Por ejemplo, el PNV se empeña en hablar de recentralización con el Covid-19, cuando con la cogobernanza se ve que esto no es así.
¿Cómo valora la gestión social del PNV?
–Pues dentro del ámbito europeo de las derechas es el partido más sensato y quizá más generoso en esta cuestión. Pero la clave real es dónde reside el poder, y hemos visto que el PNV muchas veces se siente más cómodo siendo la voz de Confebask. Sabemos que es inteligente y que sabe que la paz social pasa por repartir ciertos beneficios a la sociedad, pero sigue siendo un partido de derechas.
¿Es consciente que la presencia de Unidas Podemos en el Gobierno tiene muchos enemigos?
–Desde el primer día yo sé que hay gente que nos tiene muchas ganas. Pero no estoy en política para que me aplauda todo el mundo. Somos una fuerza política con capacidad de transformación y esa inquina, esa hostilidad tan excesiva, motiva bastante a nuestra gente.
¿Hay que explicar mejor la labor del Gobierno?
–Pues, por ejemplo, hace falta explicar bien en Euskadi qué supone el Ingreso Mínimo Vital.
¿Y eso?
–Porque el PNV hará su propia versión sesgada. Hay que decir que en Euskadi todas las personas van a tener su ingreso mínimo vital. Espero a ver qué hace el PNV con la RGI, el Ingreso Mínimo será la renta básica y la complementaria la RGI para los huecos que puede dejar la primera.
¿El acuerdo con Ciudadanos es puntual o responde a un giro en la legislatura?
–No hay giro, en relación con la pandemia estamos en una situación muy excepcional para preservar la salud pública. El Gobierno es de coalición PSOE-UP, es progresista y no tiene que ver nada con Ciudadanos.
¿Qué opina de los últimos ataques a partidos?
–Me dan tristeza. Estas acciones no son el camino y hay que denunciarlas sin paliativos. La sociedad vasca ha hecho un camino importante, es muy madura, ha sufrido mucho y apuesta por un camino pacífico y democrático, sin ataques y sin agresiones.
Entrevista de Alberto Surio en el Diario Vasco

domingo, 24 de mayo de 2020

"Entre contundencias" (Julen Mendoza)

El 11 de mayo el preso Patxi Ruiz inició una huelga de hambre y sed en la cárcel de Murcia en protesta por las amenazas que recibió por parte de funcionarios de esa prisión. Han transcurrido 13 días desde entonces, en el que la salud del preso ha empeorado considerablemente, y en este tiempo también han sido innumerables las pintadas aparecidas en sedes de partidos políticos e incluso en la propia vivienda de la secretaria general del PSE Idoia Mendia. 

A raíz de todo ello, el debate se ha situado en la supuesta falta de contundencia en el rechazo a esas pintadas por parte de EHBildu, y por otro lado, en el hecho de querer comparar las consecuencias de una pintada con la situación de los presos y presas, en todo caso mucho más sangrante. Y así, nos situamos entre la contundencia exigida en el rechazo a las pintadas y la contundencia exigida en el rechazo a la política penitenciaria, como si ambas cuestiones no pudieran encontrar un espacio común. Pues bien, creo que el acercamiento a ese espacio común nos lleva a tratar el tema sobre tres dimensiones: la dimensión ética, la de la justicia y la de la convivencia.  
La dimensión ética de lo ocurrido en el pasado parece haber vuelto con las pintadas realizadas en el domicilio de Idoia Mendia. Incluso la propia secretaria general del PSE exigía mayor contundencia en el rechazo a este tipo de actuaciones por parte de EHBildu, toda vez que parece entiende que EHBildu tiene una responsabilidad heredada de estas actuaciones de las que tiene que hacerse cargo.
No comparto esta opinión de Idoia Mendia, porque considero que EHBildu, tanto mediante su candidata a lehendakari como por diferentes cargos electos, ya ha dejado claro que se sitúa en contra de estos actos. Ahora bien, sí creo que esas pintadas en un domicilio particular, no son banales. Las consecuencias de las pintadas, si bien se hacen sobre un bien material, no se solucionan solo echando un poco de disolvente. Porque las pintadas también tienen unas consecuencias personales sobre la persona que las recibe, de miedo, de haberse sentido violada en su vivienda, su espacio de seguridad, de protección. Porque siempre he considerado que las viviendas simbolizan nuestro espacio de inviolabilidad, también cuando la policía realiza en ellas detenciones extremadamente violentas e innecesarias. Sin equiparaciones, pero esta posición que he mantenido en el tiempo, es la que me lleva a no minimizar las consecuencias de estas pintadas.
Pero estas pintadas suponen incluso atacar la libertad de opinión, de expresión y de participación política de Idoia Mendia. Porque guste o no, Idoia Mendia representa a un elevado número de personas que le han votado en este país. Personas, a las que se les debe un respeto, al igual que a Idoia Mendia, tanto ahora como en el pasado.
Porque efectivamente, tampoco en el pasado estuvo bien. Y yo mismo, en el pasado, limitaba los efectos de unas pintadas a una cuestión meramente material. Pero no lo era, y menos cuando existía una organización armada activa. Difícilmente se puede construir una república vasca convirtiendo esa república en una pesadilla para una parte importante de esta sociedad. No es desde luego la república en la que sueño.
Sin duda, en la construcción de la paz y la convivencia, la ética tiene una especial importancia y es necesaria. Pero pretender garantizar la construcción de la paz y la convivencia solamente sobre la dimensión de la ética, creo que además de no ser justo, es ingenuo. Esta construcción requiere también de la dimensión de la justicia, de respeto de los derechos humanos. Porque una sociedad avanzada, es una sociedad que construye sus mimbres sobre sólidos criterios de justicia, que es justo lo que hace que no se corrompa la ética. Porque de nada sirve decir que matar está mal, y al mismo tiempo sostener un sistema sobre injusticias. Matar está mal, por supuesto, y una sociedad justa será la mejor garante para preservar ese principio. Y con esto no se pretende justificar nada, porque no se puede. Lo que se pretende es dibujar una sociedad basada en la ética, la justicia y la paz.
Hace ahora dos años visité al preso Mikel Arrieta en mi condición de entonces alcalde, cumpliendo el mandato del Pleno del Ayuntamiento de Errenteria. Este preso lleva 20 años en la cárcel y tiene la enfermedad denominada espondilartropatia crónica seronegativa, una enfermedad grave, incurable y degenerativa. Tuve que desplazarme hasta Algeciras, al igual que lo hacen sus amigos y familiares todas las semanas, pero en su caso con el miedo añadido a sufrir un accidente y no volver a casa. 1200 km de ida, y otro tanto de vuelta. Mikel, pasados 9 años desde que ETA declaró su cese, sigue en la prisión de Algeciras.
Mikel es un ejemplo más, como Patxi Ruiz, de la vulneración de derechos humanos de los presos y las presas. Vulneración por estar a 1200 km de su lugar de origen, o por estar enfermo y no se le haya aplicado ninguna medida de libertad condicional, a pesar de que haya cumplido incluso 20 años de su condena. De eso se trata cuando hablamos de que la ética debe de ir acompañada de la justicia.
Soy consciente de que algunos cambios se están dando en la política penitenciaria, aunque muy tímidos. Y podría llegar a entender la dificultad de este gobierno para solucionar estos hechos, si tenemos en cuenta la presión permanente que ejerce la derecha y extrema derecha sobre este asunto – aunque esa justificación no les sirva a las personas que ven vulnerado día tras día sus derechos -. Pero entonces ¿se puede exigir mayor contundencia en otros casos como se hace con EHBildu? ¿No sería más lógico moverse en la esfera de lo entendible, siempre que quede claro el rechazo expreso a ese tipo de actos? ¿Es que acaso se está actuando con la suficiente contundencia en la garantía de los derechos de los presos y las presas?  
Pero pasemos a la dimensión de la convivencia. Las pintadas tanto en sedes de partidos políticos como en la vivienda familiar de una representante pública dificultan enormemente el camino de la construcción de la convivencia. Los procesos de convivencia que vivimos sobre todo en el ámbito local en los últimos años son posibles en gran medida por la lejanía de los acontecimientos. Cuando esos acontecimientos vuelven al presente, no se limitan solo a los hechos concretos, sino que esos hechos generan nuevos hechos. Y también generan emociones, o reviven emociones en aquellas personas que les tocó vivirlas injustamente. Y así entramos en un ámbito de difícil gestión por parte de las mesas de convivencia.
Y mantener alejados de su lugar de origen a más de 200 presos y presas, en la mayoría de los casos en primer grado, dificulta enormemente la construcción de la convivencia. Muchas y muchos están haciendo esfuerzos enormes por la construcción de un futuro de convivencia, y puedo asegurar que muy probablemente todo hubiese sido mucho más fácil, y seguramente hubiésemos avanzado más, si se respetaran los derechos de las personas recluidas. La situación del preso Patxi Ruiz supone un desapego por parte de algunas personas a este proceso de construcción de la convivencia, y el empeoramiento de la situación podría tener consecuencias difíciles de medir. Y todo en algo que se podía haber evitado.
La construcción de la paz y la convivencia es un ejercicio realmente delicado, que se ha de sostener en el compromiso firme de la defensa de los derechos humanos. Pero la construcción de la convivencia también es un camino entre diferentes, de empatías entre diferentes, de sinergias, y no de permanentes reproches. En definitiva, es la combinación entre la firmeza y la flexibilidad. Firmeza ante cualquier obstáculo que impida el camino, y flexibilidad para entender que la complejidad de nuestro pasado solo se puede resolver desde esa misma complejidad, y no desde la simplicidad. 

sábado, 23 de mayo de 2020

Necesitan tu firma para exigir a la Diputación Foral de Gipuzkoa una solución al conflicto laboral en residencias

"Las trabajadoras han demostrado su profesionalidad y su buen hacer ante el Covid 19. Es el momento, de una vez por todas, de terminar con este conflicto y que nuestros mayores reciban la atención que les corresponde"


Gipuzkoako Senideak es la asociación de familiares de dependientes y de personas sensibilizadas con la atención y el cuidado de las personas mayores de Gipuzkoa.
Antes de la llegada del letal virus Covid 19, en las residencias de Gipuzkoa veníamos arrastrando una huelga de 243 días por parte de las trabajadoras debido a la dejadez de nuestra Diputación.
A pesar de las pésimas condiciones laborales, las trabajadoras han demostrado su profesionalidad y su buen hacer ante el Covid 19.
Es el momento, de una vez por todas, de terminar con este conflicto y que nuestros mayores reciban la atención que les corresponde. Ya está bien que siempre sean los más vulnerables quiénes paguen las consecuencias de una mala gestión por parte de la institución.
Es momento de reflexión y de revisar el modelo de atención hacia nuestros mayores, que bien a las claras ha dejado las deficiencias del sistema. 
POR UNOS CUIDADOS DIGNOS!
POR UN CONVENIO JUSTO Y MERECIDO!
DIPUTACIÓN SOLUCIÓN!

jueves, 21 de mayo de 2020

José Manuel Ferradás (Concejal Elkarrekin Podemos Ayto Errenteria): "“Ahora se tiene que ver en los municipios que la izquierda tiene otra forma de gobernar”

La respuesta a la crisis de la Covid19 puede articularse desde diferentes ámbitos, siendo el más pegado a la realidad de la gente, sin duda, el que opera a escala municipal. El Ayuntamiento de Errenteria (Gipuzkoa) vive su tercera legislatura con un gobierno de coalición de izquierdas, desde que en 2011 EH Bildu alcanzara la makila del consistorio. Errenteria tiene hoy 40.141 habitantes y un pleno municipal conformado por 9 concejalías de EH Bildu, 6 del PSE-EE, 3 del PNV y 3 de Elkarrekin Podemos.

 
El periodista y concejal de Medioambiente José Manuel Ferradás (Bilbao, 1963) es uno de los artífices de la coalición que gobierna en Errenteria. Desde su militancia en Podemos Euskadi, explica cómo el gobierno municipal puede cambiar a mejor la vida de la gente con acciones concretas, ahora más urgentes tras el confinamiento y dados los riesgos crecientes de degradación social.



Vaya tiempos para gobernar desde la izquierda un ayuntamiento, ¿no?
No resultan fáciles para nadie. Pero creo que existe una apreciación compartida a futuro. A la crisis sanitaria generada por el virus del Covid19 le seguirá una crisis de tipo económico y social de la que a día de hoy es muy difícil, por no decir imposible, delimitar su alcance. A la hora de afrontarla es importante situar desde donde lo haremos. Aunque no sea la más importante, el ayuntamiento es la institución pública más cercana a la gente y ahora se tiene que ver en los municipios que la izquierda tiene otra forma de gobernar.
“Ahora se tiene que ver en los municipios que la izquierda tiene otra forma de gobernar”
¿Cómo va a cambiar vuestra realidad?
No llegan señales especialmente alentadoras desde algunas instituciones o sectores como, por ejemplo, los empresariales, que a primera vista parece que van a actuar con parámetros no muy diferentes a los que utilizaron en la crisis del 2008. No es arriesgado decir que o bien no les ha dado tiempo a digerir la naturaleza de esta crisis o bien sus construcciones ideológicas determinan su eje de actuación. Posiblemente sea lo segundo.

¿Cómo ves a los gobiernos foral y autonómico, de los que dependéis para casi todo?
Como te decía, creo que en su ideología se desdeña lo colectivo, lo comunitario y se apuesta por lo piramidal, más allá de que en el discurso lo pretendan ocultar. En esa pirámide las instituciones municipales juegan un papel subordinado y de apoyo a una construcción social donde la apuesta por el individualismo es una seña de identidad. Lo individual se contrapone a lo comunitario.

¿Y pueden los ayuntamientos marcar la diferencia?
Algo sí, en esas estamos. Ante la actual situación de impasse legislativo, judicial y casi también ejecutivo, con un Gobierno vasco en funciones, hacemos un llamamiento a que las instituciones más cercanas a la ciudadanía rompan una lanza a favor de otra forma de hacer las cosas. Los ayuntamientos deben ser protagonistas junto a sus vecinas y vecinos en dar una respuesta compartida y solidaria a las crisis que está desatando la pandemia.
La otra opción que les queda a los ayuntamientos es verse subsumidos en la incapacidad de dar una respuesta a las necesidades de la gente y convertidos en meros agentes secundarios de políticas dictadas desde otras instituciones. Pero esa respuesta, desde lo colectivo, desde lo comunitario, no se improvisa. Se construye en el tiempo. En este sentido, cabe hablar del Ayuntamiento de Errenteria como una referencia.

¿Qué destacarías del trabajo hecho hasta ahora?
Errenteria, como otros pueblos vascos, vivió a finales del franquismo una división entre su vecindario. Las distintas procedencias originarias se trasladaban a los barrios y terminaban en diferentes expresiones políticas y sociales. Esa división se agrandó y prácticamente llegó hasta nuestros días. En el año 2011 se dio un cambio político significativo en la gestión del ayuntamiento y la nueva corporación se marcó el reto de superar, en lo posible, esa división. Tender puentes entre diferentes. Desde el respeto a la diferencia, construir comunidad. A día de hoy, se puede afirmar que se han dado pasos muy significativos en esta dirección.
 
¿Y qué tal se han sentido en el pueblo esos cambios?
Ese construir comunidad tiene que tener consecuencias prácticas en la vida de la gente y no reducirse a un mero discurso. El objetivo más evidente cuando llegamos al ayuntamiento era intentar que nadie se quedase atrás a nivel social y más cuando en 2011 los efectos de la crisis económica se manifestaban en toda su crudeza. Así, durante dos años Errenteria ha sido el municipio de Euskal Herria y de España que más dinero por habitante ha destinado a servicios sociales, desde unos parámetros de transparencia y eficacia. Y eso revierte en beneficio de todo el mundo porque se resuelven problemas concretos de la gente.
“Es posible apostar por políticas que pongan a la gente y sus necesidades en el centro” 
¿Cuáles han sido vuestras principales carencias?
Más allá de aspectos puntuales, sí que señalaría que en muchas ocasiones te encuentras que los ritmos de lo que quieres hacer chocan con los tiempos que la maquinaria municipal establece. Lo que crees posible en un tiempo determinado se alarga y se puede llegar a desdibujar. Por otro lado, en más de una ocasión ves que una cosa es lo que puedes desear y otra los límites que establecen los marcos legales. Hay que tener presente siempre lo que es posible para no generar expectativas que luego difícilmente se pueden cumplir.

¿Cómo va la coalición municipal entre EH Bildu y Elkarrekin Podemos?
La relación es buena y tiene bases sólidas. Se parte de una construcción compartida de la actuación municipal y EH Bildu, mayoritario, no ha buscado subsumir o limitar nuestro trabajo en ninguna ocasión. No buscamos ni queremos ser dos gobiernos municipales en uno, ni limitarnos solo a gestionar nuestras áreas correspondientes. No tendría sentido y generaría roces innecesarios que hasta el momento afortunadamente no se han dado.

¿Qué destacarías del mandato de Julen Mendoza, el anterior alcalde, en relación con el de la actual Aizpea Otaegi?
Creo que es pronto para hacer una valoración de ese tipo. El primero estuvo 8 años en la alcaldía y la segunda cumplirá ahora un año. De hecho, recientemente habíamos aprobado un nuevo plan de legislatura, elaborado en la segunda mitad de 2019, y cuando estábamos poniendo en marcha las primeras medidas nos hemos encontrado con la actual situación que lo trastoca todo. Ahora habrá que partir prácticamente de cero. Las bases de la actuación municipal se tienen que reescribir.

¿Qué actitud ha adoptado la oposición?
Esta nueva legislatura ha conllevado también una nueva forma de hacer política municipal por parte del PSE-EE, principal grupo de la oposición. Ha pasado de una política de confrontación desarrollada en las legislaturas anteriores a una política más propositiva, que tuvo su reflejo en la elaboración de los presupuestos para este año y especialmente en el momento actual, donde los cuatro grupos hemos trabajado de una forma totalmente colaborativa y propositiva. Esperemos que esta relación tenga continuidad en el futuro. Por su parte, el PNV tiene un papel secundario en la actividad municipal.

¿Y la participación de la gente en el gobierno municipal?
La actual crisis motivada por el Covid19 puede servir de ejemplo. Se han dado pasos con bastante anterioridad a los de otros lugares y se ha dado una sinergia entre la acción municipal y la actuación de la ciudadanía del municipio. Un ejemplo es la red comunitaria de cuidados, compuesta actualmente por más de 400 personas. Esta red, surgida en los primeros días del confinamiento, ha dado cobertura de todo tipo a las más de 7000 personas mayores de 70 años que residen en Errenteria. El Ayuntamiento forma parte de esta red y da cobertura de medios y recursos pero no ha sido la red del ayuntamiento, ha ido más allá con la participación de agentes sociales y fundamentalmente de personas a título particular.

¿Qué medidas se han tomado en Errenteria para hacer frente a la pandemia?
Por ejemplo, a finales de marzo identificamos a las niñas y niños con imposibilidad de acceder a la enseñanza por internet. Y a partir del 1 de abril se cubrieron sus necesidades. Sirva como referencia que la consejería de Educación del Gobierno vasco empezó el 15 de abril a hablar de como apañar esta cuestión.
También se ha dado alojamiento a personas sin residencia para que puedan afrontar en condiciones dignas la cuarentena establecida. Finalmente, cabe señalar que se ha aprobado un plan de choque y reactivación económica local de más de 3 millones de euros para el pequeño comercio y las personas autónomas. Un esfuerzo económico importante asumible desde unas cuentas municipales saneadas.

Desde la concejalía de Medioambiente, ¿qué hacéis contra el cambio climático y por la transición ecológica?
Nos hemos marcado retos diversos. En política de residuos, una apuesta decidida por el reciclaje. En pocos años hemos pasado de un 30% a más de un 60%. Por otro lado, el Ayuntamiento de Errenteria se ha adherido a la iniciativa de la Organización de Naciones Unidas Compact Of Mayors, acelerando una acción local frente al cambio climático ambiciosa, colaborativa y sostenible. En este sentido, hemos obtenido el estatus “Full Compliant”, es decir, se han cumplido satisfactoriamente todos los requisitos solicitados. Y todo, lógicamente, acompañado de inversiones en este terreno.
El Ayuntamiento de Errenteria tiene en marcha un Plan de Acción para la Energía Sostenible (PAES). Ahí se define la hoja de ruta baja en emisiones que permita al municipio alcanzar el compromiso adquirido con la adhesión a la iniciativa europea del Pacto de Alcaldes y Alcaldesas: reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de 2020 al menos en un 20% respecto a las de 2007.
“Construir comunidad para afrontar esta situación, plantando cara a las heridas de todo tipo que dejará la pandemia”

¿Cómo veis el futuro?
Los tiempos venideros hay que abordarlos desde lo comunitario, porque es posible y además deseable. Se puede apostar por políticas que pongan a la gente y sus necesidades en el centro. Y es posible también, en tiempos de crisis, construir comunidad. En mi opinión, esa es la mejor manera de afrontar esta situación. Desde lo colectivo plantar cara a las heridas de todo tipo que dejará la pandemia. Y ahí, la política municipal debe jugar un papel transcendental. Es más, el marco local es útil para desarrollar actuaciones que otros marcos se han demostrado incapaces de desarrollar. Y en Errenteria estamos en ello.

Ahora que se acercan elecciones en Euskadi, ¿creéis que vuestra experiencia de coalición es traspasable al Gobierno vasco?
El marco municipal tiene sus propias lógicas que no siempre son trasladables a otros espacios. En todo caso sí que observamos que se van abriendo espacios de colaboración entre las distintas fuerzas de la izquierda vasca. Ahí están las nuevas experiencias de gobierno de coalición en Durango, Galdakao… y, a otro nivel, el acuerdo presupuestario en Irún entre PSE-EE, Elkarrekin Podemos y EH Bildu, que también merece ser reseñado.
 
Y con la nueva orientación de Podemos Euskadi, ¿qué ha cambiado?
En breve, en Podemos Euskadi vamos a realizar una asamblea ciudadana donde se marcará el rumbo político de los próximos años. Será una buena ocasión para valorar también lo realizado en estos últimos tiempos, con sus errores pero también con sus aciertos.

En España gobernáis con el PSOE. ¿Tiene alguna consecuencia en la realidad de Errenteria y Gipuzkoa?
Creo que son dos espacios diferentes. En lo que más conozco, el plano municipal, nos condiciona más el gobierno foral o el vasco que el estatal, por lo que ese referente tiene menos peso. Aún así es pronto. El gobierno estatal se ha constituido muy recientemente y además totalmente condicionado en su acción por la crisis del Covid19.