"En Errenteria la tasa de infracciones penales en 2017 se ha visto disminuida en un 0,7%, a diferencia de lo que ha ocurrido en el resto de la comunidad autonómica, que se ha incrementado en un 1,46%"
El alcalde de Errenteria, Julen Mendoza, y el concejal de Tráfico, Jon Txasko, presentaron ayer un estudio del año 2017 sobre la inseguridad en el municipal de Errenteria y que ha sido realizado por el Instituto Vasco de Criminología de la UPV.
Según explicó Mendoza, en el estudio se «analizan tanto los datos objetivos como la percepción ciudadana, y en cuanto a los datos objetivos, tenemos que señalar que la tasa de infracciones en Errenteria continúa en una disminución positiva desde el año 2011 y se sitúa por debajo de la media de Gipuzkoa, que a su vez está situada por debajo de la media de Bizkaia y Álava y también del Estado y Europa».
Afirmó que el diagnóstico apunta a que «Errenteria es un municipio esencialmente seguro, que no arroja cifras de alta criminalidad».
«Ahora bien -indicó el alcalde-, el estudio de la inseguridad también contempla una encuesta realizada a 351 residentes del pueblo, donde el 55% de las personas encuestadas percibe nuestra localidad como un lugar que no es seguro, y que esa seguridad va disminuyendo en el tiempo. Considerando que ésa es la sensación de la ciudadanía, corresponde al Ayuntamiento de Errenteria identificar las razones que llevan a ese sentimiento de inseguridad».
Mendoza añadió que «es en este contexto donde se constituye a finales de 2016 el Consejo Local de Participación Ciudadana, en el que toman parte diversas subáreas municipales, agentes sociales con trayectoria en el municipio en problemáticas sociales, agentes educativos, así como representantes de Osakidetza, Ertzaintza y Policía Local.
El objetivo de este Consejo es el de «implementar acciones preventivas que apuesten por una mejor calidad de vida y convivencia pacífica, y es en el marco de este Consejo donde se encargó el estudio mencionado, al objeto de realizar un diagnóstico que nos permita adecuar mejor posibles intervenciones, dado que hoy en día la búsqueda de la seguridad, además de perseguir al presunto delincuente, implica ocuparse de los blancos potenciales de delito, así como del entorno social y ambiental. Continuando con este estudio, se está redactando un plan de acción que ayude a generar espacios más seguros y de calidad para la gente».
Cinco medidas
Por su parte, Txasko comentó que «pese a lo expuesto, el Ayuntamiento desde hace ya tiempo está tomando una serie de medidas», también de caracter preventivo, de las que destacó cinco de ellas.
La primera será la «coordinación con la Ertzaintza para aquellos puntos que puedan resultar más conflictivos y para los que se necesitan operativos especiales, más allá de las que habitualmente se realizan de forma sistemática».
También la incorporación de 11 nuevos agentes mediante una oferta pública de empleo para incrementar la policía de barrio como modelo de policía preventiva. Ésto se une a las 10 plazas que también salieron en el año 2014, respondiendo al modelo de policía de barrio que se implantó en 2013.
El Consistorio también pondrá a partir de septiembre a educadores de calle, a fin de trabajar en la misma sobre las problemáticas sociales y «evitar así posibles situaciones de inseguridad y de comisión de infracciones penales».
La cuarta medida es que en los últimos años el Ayuntamiento «ha realizado una clara apuesta por la sustitución de luminarias de calle por otra de sistemas LED, que generan una mayor sensación de iluminación y seguridad. A tal efecto se está destinando una cantidad de 1.022.000 euros».
Por último, y «dado que la seguridad no se limita a la ausencia de delincuencia, sino también al disfrute de un ambiente adecuado para la convivencia, desde el año 2016 el Consistorio ha realizado una clara apuesta por la mejora de la limpieza de las calles, con el propósito de conseguir entornos más limpios y seguros. Dicha mejora ha supuesto un incremento de 500.000 euros anuales».
«Lo cierto -finalizó diciendo Jon Txasko- es que en Errenteria la tasa de infracciones penales en 2017 se ha visto disminuida en un 0,7%, a diferencia de lo que ha ocurrido en el resto de la comunidad autonómica, que se ha incrementado en un 1,46%. Si bien es alentador, seguiremos en colaboración con el Consejo de Seguridad Ciudadana, trabajando para la mejora de las condiciones de vida».