La plataforma Etorkizunaren Alde convoca una manifestación silenciosa para el domingo 2 de julio en Errenteria. La movilización tendrá lugar a las 12.30 del mediodía y partirá de la Herriko Plaza de la localidad
Los padres de los tres detenidos en Pamplona el pasado 11 de marzo defienden a sus hijos alegando que «jamás han formado parte de una organización terrorista». Junto con la plataforma ciudadana Etorkizunaren Alde quieren mostrar este próximo domingo su oposición al auto del Tribunal Supremo, que ve indicios de terrorismo en los incidentes de la manifestación de aquel día.
Asier, Endika y Rubén fueron detenidos bajo la acusación de quemar contenedores y lanzar piedras a la Policía en una manifestación en la capital navarra. La manifestación, organizada por el grupo Errepresioari Autodefentsa, disidentes de la izquierda abertzale, no había sido autorizada y dio origen a fuertes disturbios y provocó daños materiales importantes. El juzgado ordinario de la ciudad abrió el proceso contra los jóvenes, que fueron detenidos y encarcelados. Pero la situación se complicó cuando el Tribunal Supremo dictó un auto por el que la causa pasaba a ser competencia de la Audiencia Nacional. La juez de este tribunal, Carmen Lamela, explicó que la decisión se debía a la presencia de pruebas de que los hechos pueden ser calificados como un delito de «terrorismo».
Los padres argumentan que ninguno de los tres ha compartido objetivos ni utilizado medios que puedan tener dicha catalogación. Rechazan de nuevo el auto del Supremo y recalcan que los sucesos «jamás habrían sido instruidos como hechos de terrorismo de haber acontecido en algún otro lugar del Estado español», por lo que califican el auto como injusto y arbitrario. Defienden a los jóvenes y señalan que son «concienciados y comprometidos con problemáticas sociales, sensibilizados por la injusta redistribución de la riqueza que padecemos, y han trabajado en diversas iniciativas para ayudar a los más desfavorecidos, como el banco solidario de alimentos». Por ello solicitaron la inmediata puesta en libertad de sus hijos, que llevan ya más de 100 días en prisión.