"Consideramos que es importante la suma y la confluencia de personas y de organizaciones con propuestas transversales de carácter rupturista. Para nosotras y nosotros, una de esas propuestas es la republicana"
publicado en http://www.eldiario.es/norte
Quienes
firmamos el presente artículo apostamos de manera clara y decidida
por la República como forma de estado. Y hoy 13 de abril que se
cumplen 85 años desde que fue proclamada en Eibar, no lo hacemos
desde un punto de vista nostálgico, sino como apuesta de futuro
democrático para el conjunto de la ciudadanía del Estado español.
El
republicanismo que manifestamos no es solo la reivindicación de una
forma de gobierno, la República, opuesta a la monarquía,
es la reivindicación de la responsabilidad pública de la
ciudadanía. Una responsabilidad republicana que está unida al
ejercicio de la ética en lo político y en lo social, que busca una
participación activa y promover los medios para dicha
participación en aras del bien común, la justicia, la igualdad y la
fraternidad. La República preconiza la democracia como una plaza
abierta y no como un mero mercado en el que los
débiles están sometidos a los fuertes. Así, la reivindicación de
República y la de una ciudadanía consciente y
participativa en la construcción de su futuro se dan inevitablemente
la mano. Pero pensamos que la República no es una
reivindicación única o exclusivamente ciudadana, sino
también una reivindicación para la acción política en
el momento actual. Y es que ambos aspectos van unidos en relación a
la actual Monarquía española.
Tras
el franquismo se nos volvió a imponer una monarquía, la borbónica,
que en ningún momento fue elegida por el pueblo. La soberanía no
reside en una única familia. No somos súbditos ni súbditas, somos
una ciudadanía que quiere decidir. Los principios políticos
democráticos, la evolución social y las conocidas vicisitudes que
rodean a la actual casa real propician un cada día más extendido
debate sobre el modelo de organización del Estado y la necesidad de
que la ciudadanía tome la decisión sobre República o Monarquía
que siempre se nos ha negado. Creemos que esta decisión deberá
resolverse mediante un referéndum específicamente convocado para
decidir sobre esta cuestión.
Decíamos
al principio que nuestra reivindicación republicana no es
nostálgica. Sin renunciar al pasado republicano que, con sus luces y
sus sombras, forma parte de los tiempos más democráticos que se han
conocido en el pasado, creemos en un modelo republicano social,
igualitario, democrático y respetuoso con el futuro del planeta, de
las personas y de los pueblos. Del mismo modo consideramos importante
el camino que se ande hacia la consecución de esa república: en el
Estado Español el logro de una nueva república va unido al inicio
un nuevo proceso constituyente, dado que el actual marco
constitucional ejerce de barrera prácticamente insalvable para
cambios políticos de fondo como el que proponemos en este artículo.
La
República preconiza la democracia como una plaza abierta y no como
un mero mercado en el que los débiles están sometidos a los fuertes
La
crisis económica y el déficit de políticas sociales van generando
el continuo aumento de personas en riesgo de exclusión social. La
crisis ecológica tiene graves impactos sobre el clima y los
ecosistemas, lo que implica un riesgo inasumible para la salud de las
personas, los animales y el planeta. Esa situación hace que la
población se mueva entre la indignación y la necesidad de articular
una respuesta social que dé salida a esta situación. ¿Es la
Constitución de 1978, más allá de reformas puntuales, la salida a
esta situación? Desde nuestra perspectiva, por esa vía no hay
recorrido.
Por
ello, consideramos que es importante la suma y la confluencia de
personas y de organizaciones con propuestas transversales de carácter
rupturista. Para nosotras y nosotros, una de esas propuestas es la
republicana. Así se está demostrando estos días en un buen número
de ayuntamientos de Euskadi donde se están aprobando mociones
republicanas, que están recabando el apoyo de organizaciones
políticas diversas en sus objetivos últimos, pero que son
conscientes de la importancia de un cambio político de fondo cara a
la consecución de los citados objetivos.
Somos
conscientes de que apostar para que podamos decidir el marco de
convivencia entre Euskal Herria y el resto de pueblos del Estado
español, pasa también por la reivindicación republicana. Será la
ciudadanía vasca quien decida sobre esas relaciones, pero esa
capacidad de decisión para ser efectiva necesita tener un
reconocimiento por parte del resto del Estado. A nadie se nos escapa
que la Monarquía es símbolo último de una unidad estatal impuesta,
que en ningún momento ha sido sometida a la decisión ciudadana.
Someter a la decisión de los pueblos del Estado español el marco de
relación que desean mantener entre si tiene así una condición
previa: la desaparición de la institución monárquica.
Consideramos
por tanto necesario el inicio de un verdadero y democrático proceso
constituyente por el que transitar hacia una III República sobre la
voluntariedad de los pueblos, y al servicio de la mayoría social.
Ese es nuestro anhelo hoy como republicanas y republicanos del
presente.
Finalizamos
este artículo donde lo empezábamos. No somos nostálgicos ni
nostálgicas, o rehenes del pasado, somos activistas de un futuro por
llegar. Un futuro a escribir pero desde valores de libertad, igualdad
y fraternidad. Futuro republicano.
Ion
Collar (concejal-portavoz en Errenteria) y Jose Ferradas, militantes
dePodemos-Ahal
dugu
Jon
Hernandez ( secretario general del EPK-PCE) y Josetxo
Álvarez, militantes
de Ezker
Anitza-IU
Loic
Alejandro ( concejal en Donostia) y Edurne
Baranda, militantes
de Equo
Euskadi