"Es posible y deseable
el encuentro entre las tres izquierdas en el ámbito municipal, más allá
de la forma concreta que se le de a ese encuentro"
Errenteria, con una población de 39.391 habitantes, es el tercer
municipio más grande de Gipuzkoa. EH Bildu y Errenteria IrabaziZ
gobiernan con una corporación compuesta por 7 concejales de EH Bildu, 7
del PSE, 4 de Errenteria IrabaziZ y 3 del PNV.
Errenteria IrabaziZ es una agrupación de electores que se presentó a
las elecciones municipales de 2015, donde obtuvo el 18,85% de los votos,
impulsada por personas vinculadas a Podemos, Ezker Anitza, Equo y otras
procedentes de los movimientos sociales. Su asamblea decidió la
participación en el gobierno municipal de Errenteria convirtiéndose en
un caso único de gobierno en la CAV de una fuerza de similares
características.
Este artículo busca situar como se llegó a esa decisión y sobre qué
pautas de actuación se ha desarrollado la política municipal del espacio
político que representa Errenteria IrabaziZ en el municipio. En primer
lugar, cabe situar un pequeño contexto histórico que determina la
realidad concreta del municipio y que sirve para entender un gobierno
entre fuerzas diferentes como son EH Bildu y lo que representa
Errenteria IrabaziZ.
Las izquierdas en Errenteria
Errenteria es una localidad
receptora de personas emigrantes de diversos lugares de España en los
años 50 y 60. En 1950 la población de la Villa era de 12.784 personas
censadas, y en 1975 ascendió hasta las 46.329, una irrupción que causó
un fuerte impacto sociológico y político en el municipio. Una de las
consecuencias fue la notable presencia de las diversas fuerzas y grupos
de izquierda al calor de las luchas obreras y antifranquistas.
Lo que se denominó en su día como “nuevos movimientos”, un dinámico
movimiento feminista, la movilización juvenil por los gaztetxes, el
movimiento antimilitarista contra la OTAN y la insumisión, etc, tuvieron
un gran impacto en el municipio, así como también ha afectado
notablemente a Errenteria y el conjunto de la comarca de Oarsoaldea las
sucesivas crisis económicas, que en la actualidad se ve reflejado en la
presencia activa de colectivos vinculados a la respuesta que se da a las
consecuencias de dichas crisis: colectivos contra el paro y el
desempleo, para impedir desahucios, etc. Errenteria ha tenido
históricamente un nivel de paro considerablemente superior a la media de
Gipuzkoa, y unos niveles de renta bajos, con un PIB per cápita en 2015
un 46% menor que la media gipuzkoana según Eustat.
Estos aspectos inciden en que en Errenteria haya existido una
izquierda diversa configurada en tres grandes bloques. Uno vinculado al
PSOE, otro a la izquierda abertzale, y otra izquierda plural en sus
integrantes y organizaciones con sus propias señas de identidad y de
acción política.
Este último bloque requiere de ciertas apreciaciones: representa una
izquierda no nacionalista pero sí de fuerte sentimiento vasquista y
crítica con la acción armada de ETA y con sus consecuencias de
confrontación social que tienen especial incidencia en Errenteria; esta
izquierda desarrolla una relación desigual con la política
institucional, y algunos sectores, como en su momento pudo ser IU, con
una relación acrítica y priorizando en todo momento su participación en
espacios de gestión municipal, mientras que otros apostarán por un
activismo social que confrontarán con buscar espacios de participación
institucional.
Las distintas formas de entender la participación institucional, el
desgaste generacional, el agotamiento de los espacios donde se había
desarrollado su actuación política —espacio sindical, vecinal,
antimilitarista, etc— propiciaron que en buena medida este tercer bloque
cayera en una “insignificancia política” en relación al PSE y a la
izquierda abertzale, algo que con el surgimiento del 15M y algunos de sus efectos
políticos -nacimiento de Podemos- supuso un punto de inflexión.
Por un lado, el surgimiento de Podemos como partido supone también en
Errenteria la incorporación a la acción política de gentes con la que
no habían tenido en su mayoría relación alguna. La ilusión generada por la irrupción de Podemos es clave para el resurgimiento de ese espacio político. Por
otro lado, militantes de IU venían haciendo una lectura crítica de la
acción política municipal anterior, por lo que de ambos grupos políticos
surgirán personas que busquen espacios de encuentro y confluencia más
allá de incomprensiones de quienes seguían anclados en la “seguridad de
la sigla” por más que limitase su acción política en el municipio.
Afortunadamente, la apuesta también suma a gente procedente de grupos
ya desaparecidos de la izquierda o de los movimientos sociales y
vecinales. El resultado es la configuración de la agrupación de
electores Errenteria IrabaziZ que logrará 3.518 votos y cuatro
concejales. El mejor resultado electoral jamás obtenido por ese espacio
político, que le configurará como un elemento político determinante de
la política municipal.
De una izquierda confrontada…
La relación entre esos tres
bloques ha sido diversa, con espacios para la confrontación y en
ocasiones para el encuentro. Una cuestión determinante en esas
relaciones fue ETA, que prácticamente imposibilitaba una acción política
compartida entre la izquierda abertzale y el espacio de la izquierda
plural. Por contra, esa acción llevaba al encuentro de buena parte de
ese espacio (en su momento representado políticamente por Euskadiko
Ezkerra y luego por IU) con el PSE.
A nivel municipal, salvo la primera legislatura regida por HB
(1979–1983), la alcaldía ha recaído en el PSE durante 28 años hasta el
2011. Todos estos años generaron unas prácticas y unas lógicas alejadas
de lo que se supone que debe ser una actuación municipal guiada por la
transparencia, la participación, alejada de prácticas “clientelistas” y
actuaciones subordinadas a los intereses del partido. En esa actuación
municipal el PSE contó con la colaboración y participación de EA, PNV e
IU entre otros.
…a unas que buscan puntos de encuentro
Las elecciones
municipales de 2011 suponen un cambio radical con esa situación política
que vino condicionada por dos cuestiones claves: la declaración de
tregua de ETA en 2011 y el impacto en ese año del movimiento 15M.
Anteriormente, la asamblea local de IU había roto con la política
seguida en relación al PSE y desarrolla una dura labor de oposición al
gobierno municipal. Las elecciones municipales de 2011 suponen la
victoria de EH Bildu sobre la candidatura del PSE, que conformará un
equipo donde se integrará el concejal de IU pese a estar en minoría
frente al PSE, PNV y PP, que actuarán prácticamente al unísono frente al
nuevo gobierno municipal.
En el periodo 2011-2015 se apuntan ya una serie de actuaciones que
suponen una ruptura absoluta con las prácticas de los anteriores
gobiernos municipales del PSE. Cabe señalar la elaboración del Plan
Estratégico 2025, una hoja de ruta elaborada con la mayoría del tejido
asociativo de Errenteria y que ha marcado en buena medida la actuación
municipal.
Desgraciadamente, el PSE no asume su nuevo papel de fuerza en la
oposición desarrollando continuamente una política obstruccionista que
hace prácticamente imposible realizar actuaciones municipales conjuntas,
aunque cabría destacar una acción política diferente en el campo de las
iniciativas por la convivencia desarrolladas en nuestro pueblo y que
han tenido una destacada incidencia tanto social como mediática. Habría
que apostar en el futuro por la incorporación del PSE a la labor de
desarrollar nuevas políticas municipales, ya que es posible y deseable
el encuentro entre las tres izquierdas en el ámbito municipal, más allá
de la forma concreta que se le de a ese encuentro.
Un gobierno de cambio entre diferentes
Las elecciones
municipales de 2015 suponen la irrupción de Errenteria IrabaziZ como
sujeto político de primer orden en el municipio. La suma con EH Bildu
supone la mayoría absoluta en la corporación y la consolidación del
cambio iniciado en la legislatura anterior.
La constitución del nuevo equipo de gobierno municipal se hace sobre el Acuerdo de bases de política municipal 2015-2019,
un texto de diez páginas que sitúa los objetivos políticos de la
legislatura. El texto es presentado públicamente ante más de 300
personas que a su vez lo firman como señal de compromiso de ambos grupos
políticos con la ciudadanía.
Este acuerdo ha generado en la legislatura algunas actuaciones destacadas que marcan una línea política municipal progresista
:
— El Ayuntamiento de Errenteria ha sido destacado como el municipio
de más de 20.000 habitantes que más invierte en cohesión y justicia
social de forma proporcional a su población. Así, en las Ayudas de
Emergencia Social (AES), mientras que el Gobierno Vasco ha aumentado el
gasto en un 7,8%, el Ayuntamiento de Errenteria lo ha hecho en un 877%.
Nadie en Errenteria se queda sin recibir las AES por falta de recursos
económicos por parte de la administración.
— Respecto a las políticas medioambientales, se ha pasado en la
recogida separada de residuos de un 31,8% en 2014 a un 62,2% en 2018, se
ha reducido el consumo energético de las instalaciones municipales en
un 11% en 2017, y el municipio disminuyó sus emisiones de CO2, ya que lanzó a la atmósfera 100 toneladas menos que en 2016.
— Por último, se ha actualizado la administración municipal para
poner en el centro a las personas. El nuevo servicio ZU! Zure Udala ha
transformado la vieja estructura municipal a una más operativa y
funcional. Un servicio que ha supuesto un gran esfuerzo de organización,
con el que se han cambiado de sitio más de ocho departamentos
municipales. La adaptación a esta filosofía de servicio y a los tiempos
ha traído una apuesta tecnológica muy importante con un trabajo ingente
de racionalización de los procedimientos
Aunque para quién lea este artículo puedan resultar obvias, quiero
terminar señalando algunas pautas que explican la buena marcha del
equipo de gobierno municipal entre Errenteria IrabaziZ y EH Bildu, que
no siempre resulta sencillo llevarlas a la practica en el día a día. No
solo desde labores de gobierno municipal —la crisis en el Ayuntamiento
de Iruñea entiendo que tiene que ver con lo que señalo— sino también en
la labor de grupos municipales en la oposición que en más de una ocasión
ignoran algunas de las siguientes cuestiones.
— La acción municipal no se improvisa sobre la marcha sino que se
desarrolla sobre una base firme, en este caso el Acuerdo de bases y el
Plan estratégico 2025 que se actualiza con un Plan de gestión 2015-2019.
Sin bases firmes el recorrido se puede convertir en un pequeño campo de
minas.
— Los intereses de cada uno de los grupos son legítimos pero no
pueden marcar ni determinar la actuación en las distintas áreas
municipales. Si no se entiende la actuación municipal como la suma de
quienes le dan apoyo, y que todos ganan con las actuaciones del equipo
de gobierno municipal, tarde o temprano aparecerán los problemas y las
diferencias.
— Generar espacios de “autonomía” en la actuación municipal frente al
marco político general. Hay que buscar el momento de hacer política.
Evidentemente la hacemos día a día con las acciones municipales, pero
hay que defender la existencia de actuaciones que no pueden venir
marcadas por directrices políticas que se desarrollan en otros espacios.
No podemos convertir el Ayuntamiento en una mera “caja de resonancia”
al margen de que se desarrollen labores de gobierno municipal o de
oposición.
— Finalmente cabe señalar lo que podemos definir como “factor
humano”. Es determinante la confianza para avanzar, que se construye día
a día y debe ser un objetivo importante a la hora de tratar de llevar
adelante actuaciones políticas municipales entre diferentes.
Estas son algunas de las claves para entender lo que considero una
buena experiencia de “gobierno entre diferentes” en Errenteria. Una
realidad que tiene su propia historia y que genera un experiencia, que
si bien no es “exportable”, sí que creo se puede extraer algunas
consecuencias para una actuación política municipal diferente que sirva
para transformar los municipios y ponerlos al servicio de la mayoría de
sus gentes.
publicado en https://www.elsaltodiario.com