Coincidiendo
con el Día de la Memoria, en Errenteria han presentado el documento
“Hacia una memoria compartida”, con el acuerdo de todos los
grupos políticos. Se trata de un informe sobre las violaciones de
derechos humanos y otras violencias de motivación política
acontecidas en el municipio de 1956 a 2012. “Un primer paso”
en el largo camino de reconstruir una memoria compartida. El
documento fue presentado ayer en un acto celebrado en el auditorio
Niessen, donde se reunieron políticos y personas de diversas
sensibilidades e ideologías. En total unas 300 personas llenaron la
sala, y otras 100 pudieron ver el acto en directo en un local anexo.
puedes descargar el documento en: "HACIA UNA MEMORIA COMPARTIDA"
puedes descargar el documento en: "HACIA UNA MEMORIA COMPARTIDA"
En la pasada legislatura, “para caminar hacia la
convivencia” el Ayuntamiento de Errenteria solicitó a la
Asociación pro derechos humanos Argituz que llevara a cabo un
trabajo que recogiera la memoria de lo ocurrido en el municipio. Y
precisamente el citado documento es el fruto de ese trabajo. Las y
los protagonistas del acto de ayer fueron los miembros y editores del
documento Bertha Gaztelumendi y Sabino Ormazabal, junto con el
experto en la protección internacional de los DDHH Felipe Gomez.
Gaztelumendi expresó que Errenteria ha sido un
municipio que ha sufrido mucha violencia, pero al mismo tiempo cree
que hay un “deseo por una convivencia”. Y muestra de ello el
documento presentado ayer. Es un documento de gran dimensión y,
recoge entre otras cosas, las conculcaciones del derecho a la vida,
las conculcaciones a la integridad física y psíquica de las
personas, los casos que requieren mayor investigación o otros hechos
de violencia y sufrimientos de índole político acontecidos en
Errenteria. De la misma forma, se recogen los testimonios y opiniones
de nueve personas del pueblo referenciales de diferentes sectores
políticos y sociales.
Pero el documento pretende ser más que un solo
recuento de casos de violencia, se quiere llegar más allá. Y en ese
sentido, según Gaztelumendi y Ormazabal se trata de un documento
realizado en el camino de la convivencia, para “aceptar, entender y
sentir” la memoria de las y los demás y para que no se vuelva a
repetir. Han aclarado que es un informe elaborado analizando el
pasado, pero mirando hacia el futuro. Los miembros de Argituz
invitaron a toda la ciudadanía a utilizar el documento como
herramienta, y además de seguir completándolo, seguir trabajando
para conseguir una memoria compartida.