Se
pincha el globo de la actuación antiyihadista contra dos reclusos
comunes de Martutene. Visto lo visto el diario “El Correo” y el periodista David S. Olabarri darían un paso en la buena dirección pidiendo disculpas por la "información" publicada el 31 de enero. Disculpas en primer lugar a la comunidad musulmana que vive en Errenteria. Disculpas a las vecinas y vecinos de Iztieta por dar pábulo a una sospecha falta de rigor y disculpas a sus lectoras y lectores por un mal ejercicio de periodismo.
La
única gran operación llevada a cabo en los últimos meses en el
País Vasco por las fuerzas de seguridad contra presuntos
yihadistas ha quedado en nada. Las investigaciones llevadas a cabo
hasta la fecha indican que no hay elementos suficientes que
vinculen a las dos personas detenidas por la Policía Nacional el
pasado mes de diciembre con el entorno de Daesh, el autoproclamado
Estado Islámico, como informó en primera persona en su día el
propio ministro del Interior, Jorge
Fernández Díaz.
Ambos eran presos de la cárcel de Martutene condenados por delitos
comunes, pero aparentemente nada más.
Los
presuntos «terroristas informáticos» ni siquiera fueron
trasladados a Madrid, a la Audiencia Nacional, tribunal que
investiga todos los delitos de terrorismo cometidos en España y
adonde suelen ser llevados los sospechosos. Prestaron declaración
ante el juez por videoconferencia dada la escasa relevancia de las
acusaciones que pesaban sobre ellos
Con
fecha 31 de enero, domingo, el periódico “El Correo”
publicaba un artículo a doble página con el título “La policía
vigila el Islam de Rentería” firmado por David S. Olabarri que
era un compendio de sensacionalismo dado que no aporta elemento
alguno que sostenga el titular, reforzado en primera página por
una llamada a la noticia con una gran fotografía que ocupaba
práctimente media portada.
Al
leer el artículo uno no encuentra nada nuevo para quienes
conocemos la realidad que se vive en el barrio de Iztieta en
Errenteria. El periodista incluso tiene que “vestir” la
noticia con una fotografía del año 2009. Por lo demás era hacer
“historia” de la situación que se vivió en el barrio,
“historia” que constrata con las entrevistas que realiza el
periodista, con gente del barrio, con un miembro de la Asociación
de Vecinos, un miembro de SOS Racismo... y donde todos vienen a
coincidir en los pasos dados por personas y colectivos del barrio,
con la colaboración del Ayuntamiento, han tenido como
consecuencia una mejora sustancial de la convivencia vecinal.
Visto
que la realidad en el barrio no justificaba el titular de la
noticia el periodista añade como toda “prueba de cargo” la
detención en fechas recientes de una persona suspuestamente por
“adoctrinar” a jóvenes , detención que habría despertado
“inquietud” por una supuesta “radicalización” de la
comunidad musulmana en Errenteria. Bien hubiese hecho el periodista en
preguntarse sí aquellas detenciones tenían que ver
más con el afán propagandístico de un gobierno en funciones que
con la “peligrosidad” de los detenidos.
Desde
Bruselas, donde participaba en una cumbre de la Unión Europea,
Fernández Díaz habló de la importancia de haber arrestado a dos
«terroristas informáticos» que habían publicado contenidos
vinculados con el islamismo radical en Internet y que además
frecuentaban locales en Gipuzkoa objeto de especial vigilancia
policial. Era justo el viernes en el que se iniciaba la campaña
electoral de cara a las generales que se celebraron el 20 de ese
mes y fue la primera y última comunicación oficial al respecto.
Visto
lo visto el diario “El Correo” y el periodista David S.
Olabarri darían un paso en la buena dirección pidiendo disculpas
por la información publicada el 31 de enero. Disculpas en primer
lugar a la comunidad musulmana que vive en Errenteria. Disculpas a
las vecinas y vecinos de Iztieta por dar pábulo a una sospecha
falta de rigor y disculpas a sus lectoras y lectores por un mal
ejercicio de periodismo.