Durante años se tenía constancia de que dos
vecinos de Bueu habían fallecido en los campos nazis: Manuel Rey Cruz, , y José Fernández Pastoriza, que llevaba a una
especie de camino sin salida. "O problema é que o nome non era correcto,
non se debeu transcribir correctamente: non era José Fernández, senón
José Ferradás",
En unas jornadas sobre memoria histórica celebradas en diciembre en Marín
encontraron la luz que andaban buscando. Una luz que la familia de José
Ferradás Pastoriza llevaba buscando todavía más tiempo. "Cuando hace
unos años el Ministerio de Cultura habilitó la página para localizar a
españoles deportados a campos de concentración nazis probé a buscar su
nombre y allí salió", cuenta su sobrino, José González Ferradás
José Ferradás Pastoriza era el mayor de
cuatro hermanos y nació el 16 de junio de 1912. A él le siguieron Adolfo
(1914), Benito (1918) y María del Carmen (1920), que era la madre de
José González. La familia era natural de Beluso,
de la zona de A Torre, justo por debajo de la iglesia parroquial.
"Parece que era de ideas socialistas e que incluso era sindicalista",
explica Novas. Ferradás era marinero de bajura y no estaba casado, pero
tenía dos hijas no reconocidas con la misma mujer. Las niñas vivían con
la madre y su familia, que residían a poca distancia de la casa de
Ferradás.
Poco después del
alzamiento militar de 1936 José Ferradás huye por mar hasta Portugal y
desde allí se trasladó luego a combatir con la República en el frente de
Asturias. Una vez acabada la guerra pasa a Francia y a partir de ahí
todo era oscuridad. "Yo recuerdo de pequeño en casa una foto, en un
cuarto oscuro en la que aparecían tres hombres y cuando le preguntaba a
mi madre me decía que eran mis tíos. A dos los conocía porque vivían,
pero al otro no. Me decía que era mi tío Pepe, que había muerto en la
guerra 'con los otros', que era una manera de decir que luchó con la
República, pero no contaba más", explica José González.
Era una época en la que todavía mandaban el miedo y el silencio. Aún así José González mantenía la curiosidad y las ganas de saber. Con el paso de los años consiguió que su madre le contase algo más. "Mi tío Pepe era su hermano preferido, era el mayor. Cuando fue el golpe de 1936 le dijeron que tuviese cuidado, que a lo mejor iban a por él. Mi madre se quedaba por las noches vigilando en la ventana mientras él descansaba. En una de esas noches vio venir a gente hacia casa y lo avisó al momento. Mi tío saltó por la parte de atrás de la casa y escapó hacia Sar", cuenta. Desde allí se cree que debió subirse a algún barco o alguien le ayudó a cruzar hacia Portugal. Uno de los hermanos que quedé en Beluso, Benito, fue movilizado por el ejercito franquista dentro de la llamada "quinta del biberón", llamada así por su juventud, y acudió a la guerra con el miedo de verse enfrentado a su hermano.
Cuando el padre de José González regresó de la emigración, en Estados Unidos, intentó investigar cuál había sido el destino de José Ferradás Pastoriza, una labor que luego continuó él. Sus pesquisas se detenían en Francia e intuían que estuvo en uno de los campos para los exiliados republicanos españoles, aunque no lograron encontrar documentación. "O máis probable é que cando os nazis invadiron Alemania o deportasen a un dos campos de concentración porque o goberno de Franco os consideraba apátridas", añade Xosé Novas.
Así fue. La documentación recabada permite conocer que Ferradás Pastoriza estuvo en el Stalag o campo de prisioneros XI-B de la localidad de Fallingbostel (Baja Sajonia), registrado con el número 87277. A continuación fue trasladado al campo de concentración de Mauthausen el 27 de enero de 1941, con 28 años de edad y el número de prisionero 5505. Su estancia en aquel lugar de horror no duró mucho: falleció el 20 de septiembre de ese mismo año. "Aos prisioneiros obrígabanos a traballos forzados mentras aguantaban, ata que morrían desnutridos e de fame", explica Xosé Novas. La entrada de estos campos solía estar coronada por una macabra frase de bienvenida: "Arbeit macht frei", que significa "el trabajo libera". El otro vecino de Bueu, Manuel Rey Cruz, estuvo primero prisionero en Trier y entró en Mauthausen dos días antes que Ferradás, el 25 de enero de 1941. También falleció antes: el 30 de mayo de 1941, a punto de cumplir los 44 años.
Era una época en la que todavía mandaban el miedo y el silencio. Aún así José González mantenía la curiosidad y las ganas de saber. Con el paso de los años consiguió que su madre le contase algo más. "Mi tío Pepe era su hermano preferido, era el mayor. Cuando fue el golpe de 1936 le dijeron que tuviese cuidado, que a lo mejor iban a por él. Mi madre se quedaba por las noches vigilando en la ventana mientras él descansaba. En una de esas noches vio venir a gente hacia casa y lo avisó al momento. Mi tío saltó por la parte de atrás de la casa y escapó hacia Sar", cuenta. Desde allí se cree que debió subirse a algún barco o alguien le ayudó a cruzar hacia Portugal. Uno de los hermanos que quedé en Beluso, Benito, fue movilizado por el ejercito franquista dentro de la llamada "quinta del biberón", llamada así por su juventud, y acudió a la guerra con el miedo de verse enfrentado a su hermano.
Cuando el padre de José González regresó de la emigración, en Estados Unidos, intentó investigar cuál había sido el destino de José Ferradás Pastoriza, una labor que luego continuó él. Sus pesquisas se detenían en Francia e intuían que estuvo en uno de los campos para los exiliados republicanos españoles, aunque no lograron encontrar documentación. "O máis probable é que cando os nazis invadiron Alemania o deportasen a un dos campos de concentración porque o goberno de Franco os consideraba apátridas", añade Xosé Novas.
Así fue. La documentación recabada permite conocer que Ferradás Pastoriza estuvo en el Stalag o campo de prisioneros XI-B de la localidad de Fallingbostel (Baja Sajonia), registrado con el número 87277. A continuación fue trasladado al campo de concentración de Mauthausen el 27 de enero de 1941, con 28 años de edad y el número de prisionero 5505. Su estancia en aquel lugar de horror no duró mucho: falleció el 20 de septiembre de ese mismo año. "Aos prisioneiros obrígabanos a traballos forzados mentras aguantaban, ata que morrían desnutridos e de fame", explica Xosé Novas. La entrada de estos campos solía estar coronada por una macabra frase de bienvenida: "Arbeit macht frei", que significa "el trabajo libera". El otro vecino de Bueu, Manuel Rey Cruz, estuvo primero prisionero en Trier y entró en Mauthausen dos días antes que Ferradás, el 25 de enero de 1941. También falleció antes: el 30 de mayo de 1941, a punto de cumplir los 44 años.